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martes, agosto 24, 2004

Dolencia literaria ... Por Arturo Novelo

Yo dejé de escribir porque me rompía la madre. Anoche alguien se lamentaba de que antes la escritura le desahogaba pero ahora no. Yo recordé que antes la escritura me hundía y por eso dejé de hacerlo con tanta frecuencia. Para mí, he de reconocer, la poesía u otra expresión literaria que hable de mi mismo no es mi tabla de salvación sino una roca amarrada al cuello. Hace poquito reflexioné unas palabra de Don Majo: para qué esperar lo que no ha de venir.

Pensando que precisamente por eso lo esperamos, porque no ha de venir, llegué a casa y comencé a escribir algo al respecto. Pronto me di cuenta que mi idea inicial era una simple representación de algo que en realidad sentía y no me había dicho de frente. Me conmoví hasta las lágrimas. Ahora, luego del intento literario, tengo un dato más sobre mi mismo, antes desconocido o disimulado. Y en el terreno de las letras guardo otro de esos pequeños textos que no me atrevo a llamar poesía y que tiene la característica de otros que me han golpeado: no está terminado.

Arturo Novelo González